Alba Galocha(Santiago de Compostela, 1990) es una de nuestras modelos más internacionales, pero además, desde el pasado año, es uno de los rostros femeninos que más se repiten en el cine español. Fue en 2008 cuando decidió trasladarse desde Galicia a Madrid para estudiar diseño, y en 2010 ya protagonizó una campaña de la marca Malababa. El reconocimiento le llegó en 2012, cuando con L´Oreal ganó el premio a la Mejor Modelo en la 56ª edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Un año después fue el rostro de la campaña Tales of Spain de Loewe, y en 2014 Nicolas Ghesquière la subió a la pasarela de París para presentar la colección primavera-verano 2015 de Louis Vuitton.
Tiene un blog para Vogue, y en el año 2016 participa en dos producciones españolas, la comedia No culpes al karma de lo que te pasa por ser gilipollas (María Ripoll) junto a Verónica Echegui y Álex García, y el thriller El hombre de las mil caras (Alberto Rodríguez) una eficaz película basada en las peripecias del espía Fernando Paesa y el que fuera director de la Guardia Civil Luis Roldán. Mis colegas me dicen que tiene poco pecho, pero es que Alba, que mide 1´71 m hace campaña a favor de una belleza natural. En cualquier caso, a mí me gusta así, si acaso con varios kilitos más.
En el presente año ya ha estrenado otro thriller, Plan de fuga (Iñaki Dorronsoro) cuya crítica puedes leer un poco más abajo en este blog, y seguro que tendremos la oportunidad de verla de nuevo en alguna otra película antes de que termine el año. Alba piensa combinar las dos profesiones y seguir trabajando y divirtiéndose. Confiesa que en el mundo de la moda hay mucho egocentrismo y que lo mejor de ser modelo es tener la oportunidad de viajar por todo el mundo. Si se le pregunta qué papel desearía realizar en el cine contesta: “el de una psicópata”. Atrevida la nena.